MAPA  QUINATZIN

Investigación: Luz Ma. MOHAR BETANCOURT (CIESAS-MÉXICO)

  

" ...faltan sus pinturas en que tenían sus historias...

se las quemaron en las casas reales de Nezahualpiltzintli

en un gran aposento que era el archivo general de sus papeles

en que estaban pintadas todas sus cosas antiguas, que hoy día lloran sus descendientes

con mucho sentimiento..."(Pomar, op. cit. 46)

 

   Del momento exacto en el que los antiguos mexicanos iniciaron el registro de sus acontecimientos históricos, genealógicos y religiosos, poco se sabe , lo que es evidente tanto en los restos monumentales y cerámicos, es la intención de dejar asentado tanto fechas, como acontecimientos desde los primeros años de nuestra era.

 

HISTORIA DEL DOCUMENTO.

Del Mapa Quinatzin, no sabemos  exactamente la fecha de su elaboración.Investigadores prestigiados como Aubin (1885; 75) y Robertson (1959; 135) han planteado que se trata de un documento  colonial, y las glosas con las que cuenta en caracteres latinos, han sido utilizadas para dar un fechamiento del mismo alrededor del año de 1546. Si bien estas aseveraciones han servido para  su clasificación, es necesario replantear este punto, como veremos más adelante.

La historia del Mapa Quinatzin está intimamente relacionada con Don Fernando de Alva Ixtlilxochitl, sabio historiador que utilizó esta pictografía como fuente importante para redactar sus escritos sobre la Historia de la Nación Chichimeca  y que hace evidente que el Quinatzin,formaba parte de su cuantiosa colección de documentos antiguos.(Ixtlilxochitl,1985; II;92). De este personaje,  la fecha probable de su nacimiento se ha establecido en el año de  1578. Era hijo de Juan Pérez de Peraleda y Ana Cortés Ixtlilxochitl y nieto de Doña Francisca Verdugo Ixtlilxochitl cacica de Teotihuacan a cuya muerte su madre heredó el cacicazgo en el año de 1597. 

Pertenecía a una de las familias nobles indígenas más importantes de la región y por lo mismo ocupó importantes posiciones en la administración colonial. En 1612 fué designado juez gobernador de la ciudad de Texcoco, en 1616 se le nombró en el mismo cargo en el pueblo de Tlalmanalco y en 1619 en Chalco. En 1640 desempeñaba el importante cargo de intérprete en el Juzgado de Indios.

Casado con Antonia Gutiérrez tuvo un hijo, don Juan de Alva Cortés, quién a la muerte de su padre en 1650, entregó a Don Carlos de Sigüenza y Góngora (1645-1700) los papeles y manuscritos de don Fernando Ixtlitlxochitl, se interesó por escribir la historia del antiguo señorío, y para ello recurrió tanto a la documentación que pudo reunir, como a la información oral que le proporcionaron indígenas principales enterados de la vida indígena antes de la conquista y quienes le podían explicar "las pinturas" que había logrado reunir, según el mismo expresa.

"desde mi adolescencia tuve siempre gran deseo de saber las cosas acaecidas en este Nuevo Mundo, que no fueron menos que las de los romanos , griegos, medos y otras repúblicas gentilicias que tuvieron fama en el universo, aunque con la mudanza de los tiempos y caida de los señoríos y estados de mis pasados, quedaron sepultadas sus historias; por cuya causa he conseguido mi deseo con mucho trabajo, peregrinación y diligencia en juntar las pinturas de las historias y anales.. y sobre todo para poderlas entender juntando y convocando a muchos principales de esta Nueva España que tenían fama de conocer y saber las historias referidas..." ((Ixtlilxochitl, op. cit. I;526)

  La colección completa, tanto de documentación original, como de los manuscritos elaborados por Ixtlilxochitl fueron conservados por Sigüenza y Góngora, cuando declara que:

" Digo y juro que esta Relación hallé entre los papeles de don Fernando de Alva Ixtlilxochitl, que tengo todos..." (op. cit.I; 125).

 A la muerte de Don Carlos, su colección, incluida la de Ixtlilxochit,  fué legada al Colegio Máximo de San Pedro y San Pablo de los Jesuitas de México. Este acervo comprendía cuatrocientos setenta libros selectos y veintiocho volumenes.

En ella, se incluía la "historia  mexicana", formada por " antiguas historias, prístinas reliquias de escritores indios, en parte elucubradas, en parte coleccionadas por Fernando de Alva, indio de linaje real y de mucha erudición.."(op. cit. 127) Francisco Xavier Clavijero (1731 -1787) se refiere a  Ixtlilxochitl, como un personaje que escribió " obras eruditas y muy apreciables, excitado por el Virrey de Mendoza". Menciona además, que ha consultado   y estudiado en 1579, en el Colegio de San Pedro y San Pablo algunas de las pinturas antiguas de la colección que le habían pertenecido, y que habían sido legadas por Sigüenza y Góngora. (op. cit. 153) Añade al autor en relación a la obra de Ixtlilxochitl, que existe una relación estrecha entre los escritos del noble indígena y las "pinturas históricas" que había heredado de sus antepasados.

   Nuevas noticias de la documentación de este estudioso indígena se encuentran en los papeles del coleccionista Lorenzo Boturini Benaducci (1702- 1751). En su "Catálogo del Museo Histórico Indiano" aparecen varias citas o referencias a los manuscritos y papeles que formaban parte de la colección del erudito cronista de los acolhuas. Del Mapa Quinatzin, en el párrafo III, bajo el título de Historia Chichimeca se anota lo siguiente:

“Otro mapa en papel indiano, que tiene varias figuras y cifras numéricas y algunos renglones en lengua náhuatl. Trata de las cosas del emperador Nezahualpitzintli y de sus hijos. Es más largo que un pliego de papel de marca (Original)". (Boturini, l. 1986;115)         

La colección de documentos que había logrado reunir en México, este noble italiano, le fué requisada por las autoridades Virreinales  en el año de 1743 y se depositaron en la oficinas del Virreinato. Se sabe que en 1768, el arzobispo Lorenzana tuvo acceso a esta documentación de la cual extrajo códices y manuscritos en calidad de préstamo. Posteriormente la colección, o lo que quedaba de ella , cambio varias veces de lugar. Se depositó en la Biblioteca de la Real y Pontificia Universidad, luego regresó a las oficinas de la Secretaría de Cámara del Virreinato y al convento de San Francisco de México. Al respecto es interesante mencionar como el barón Humboldt, tuvo acceso a esta colección y  pudo obtener algunas piezas que se llevó consigo. También escribió sobre el estado en que la colección se encontraba, asombrado por el abandono en que se trataba una colección tan valiosa.

En 1823 se sabe que nuevamente la colección fué trasladada a una habitación humeda y baja del Palacio de gobierno independiente, como parte del acervo del Ministerio de Relaciones. En esta época colecccionistas extranjeros como  Federico Waldeck, lograron sacar de ella valiosas piezas como el Códice de Tepechpan , parte del Códice Xolotl ,un Tonálamatl y probablemente el Mapa Quinatzin.

Posteriormente, estos documentos únicos pasaron a manos del coleccionista francés Joseph Marius Alexis Aubin, quien al llegar a México en 1830, había adquirido numerosas piezas de los herederos de León y Gama y del padre Pichardo. También incursionó en el convento Franciscano y en otros repositorios de donde obtuvo numerosos documentos.

Fué el estudioso Eugene Boban el encargado de ordenar y clasificar la colección de Aubin. Conocida es la referencia que él menciona en relación a cómo en 1840, el coleccionista francés había logrado sacar de México tan valioso cargamento “dividiéndolos, confundiéndolos y borrando los números y marcas de las bibliotecas públicas o particulares con el fin de que este conjunto confuso tuviera la apariencia de un amontonamiento de papeles sin valor y pudieran pasar desapercibidos en la aduana". ( Boban en Boturini,L. op, cit; XLII)

En 1889 los papeles de Aubin se pusieron a la venta. Una oferta mexicana en voz de  Don Antonio Peñafiel, fué superada por Eugene Goupil, quien  se comprometió a que la colección no saldría de Francia.(León Portilla, M.1986 ;XLIII) De esta manera, este rico acervo se encuentra actualmente en la Biblioteca Nacional de Paris en donde se resguarda el Mapa Quinatzin conjuntamente con importantes documentos de la región como el Códice Xolotl, el Mapa Tlotzin y el Códice en Cruz.

En relación a la tercera lámina del Códice denominada    " Códice de Delitos y castigos", en una carta anexada al documento se dice que este estuvo en manos del Marqués de Moncada, quien lo envió a  Francia. En 1770 el Marqués se dirigió a su corresponsal quejándose  del abandono en que vivía en México, le solicitaba el envio de varios objetos y le mandaba la hoja del códice con el siguiente texto :

" Usted juzgará por usted mismo si ellos ( los mexicanos) eran bárbaros en el tiempo que se les ha arrebatado su patria, sus bienes y sus minas, o si nosotros lo eramos".( Barlow,R. 1994; 261)

Se considera que el documento ingresó a la Biblioteca Nacional  de Paris entre 1874 y 1891, pero no existe información adicional que permita saber, en manos de quién estuvo en Francia, antes de esta fecha.

 

ESTUDIOS DEL MAPA QUINATZIN

El Mapa o Códice Quinatzin, es uno de los documentos más citados por numerosos investigadores.  Sin embargo, pocos son los estudios realizados específicamente sobre su contenido. Cabe señalar que las dos primeras láminas fueron estudiadas y publicadas por Aubin en 1885. (Op. cit)

Necesario resulta mencionar que es precisamente Aubin, quien decide nombrar al códice con el nombre de Quinatzin. El mismo señala que lo nombra así, por que éste personaje aparece de manera significativa en el documento. Menciona además, que tiene en su poder la copia realizada por el padre Pichardo y añade que gracias a esta copia, puede observar dibujos que se han perdido en el original. ( Aubin, J.1885;75).

La publicación de Aubin, es de gran importancia ya que en ella se incluyó la publicación de los dibujos de la lámina 1 y 2. Estos dibujos han permitido en el presente trabajo conocer el contenido casi completo del códice, ya que actualmente la lámina 2 presenta un serio deterioro.

Las glosas en caracteres latinos en algunos casos son solo manchas de tinta que Aubin, logró paleografiar y gracias a ello se pueden conocer actualmente.

Una descripción detallada también fué hecha por Alfredo Chavero en el Tomo II de la Colección México a traves de los siglos. ( Chavero, A. 1981; 109- 119) Las dos primeras láminas también fueron estudiadas por el historiador del arte ya mencionado, Donald Robertson quien discute sobre el fechamiento de la elaboración del códice, tomando en cuenta las fechas anotadas tanto pictográficamente como las glosas en náhuatl. También se detiene en el análisis del estilo de las pictografías y decide fecharlas como un documento colonial. (op. cit. ; 135 - 137)

La tercera lámina, conocida como " Códice de delitos y castigos", a sido menos estudiada. Solo contamos con el trabajo realizado por Robert Barlow en 1950, y las referencias a ella hechas por Offner (Op.cit.)

Barlow describe cada una de las escenas de la lámina y considera también las glosas en náhuatl con su traducción. Es precisamente este investigador quien propone que esta lámina forma parte del Quinatzin, (op. cit.; 262) .

 Se apoya en las glosas en caracteres latinos que anotan en la lámina 2 el siguiente texto :" el año 4 acatl cuando vino Nezahualcoyotl a Tezcuco hace ciento quince años". En la lámina 3 existe también una glosa que dice "hace ciento quince años venció Nezahualcoyotzin".

Esta fecha se refiere a la derrota de Azcapotzalaco que se ha ubicado entre 1428 y 1433, Barlow concluye que esta tercera lámina se debió de haber pintado entre 1543 y 1548. En su análisis de la pictografía hace notar como en ambos documentos se usó el centli o mazorcas de maíz para indicar veinte, y considera además, que la forma de pintar el atuendo de los personajes  es la misma, por lo que concluye que esta tercera lámina es  parte del Quinatzin. (Barlow, R. op. cit. ; 262)