Aunque la lectura es únicamente del glifo, se sugiere que la función del compuesto es toponímica y que podría tratarse del nombre del sitio donde se realizó el funeral del personaje. En otros códices techialoyan (Coacalco, Cuajimalpa) también aparecen estos reptiles asociados con escenas muy similares. Báez y Recillas proponen la hipótesis de que las serpientes del Códice Cuajimalpa transcriben el topónimo Coacalco.